Comedia, drama, tragedia…y bufones
La nueva apuesta cultural trasladará una réplica del Corral de Comedias de Almagro al auditorio Juan Carlos Garvayo
De Almagro a Motril. Así podría resumirse la nueva apuesta cultural que trasladará los días 21, 22, 23 y 24 de abril una réplica del Corral de Comedias de Almagro al recién nombrado auditorio Juan Carlos Garvayo.
Los Entremeses II “La guarda cuidadosa” y “La cueva de Salamanca” de Miguel de Cervantes han sido la obra elegida por la compañía para representar esta obra en una escenografía en escala 1:1. Además, se ha previsto una función especial para alumnos de secundaria. Las entradas ya pueden adquirirse en la taquilla del Teatro Calderón de Motril.
La compañía de teatro profesional, Corrales de Comedias Teatro, fundada en 1994, está especializada en el Teatro Clásico del Siglo de Oro. Desde el Corral de Comedias de Almagro se produce, exhibe y distribuyen espectáculos clásicos a todo el país. Tras más de 25 años de historia, se encuentra en pleno proceso de renovación de su estructura creativa, bajo la nueva dirección artística de J. Mañón.
Una nueva forma de ver los entremeses
Fieles a los textos cervantinos, la compañía presenta ahora una potente puesta en escena creando una nueva forma de ver los entremeses. Un nuevo mundo de bufones, sin tabúes políticos, ni éticos, desde el alma, sobre una estructura basada en una trabajada expresión corporal por parte de los actores, que abren la función en forma de LOA, sumergiendo al espectador desde el principio en un mundo teatral impresionante y solo a partir de un texto que explica lo que es el Corral de Comedias de Almagro.
«Se trata de un trabajo progresivo, que se irá perfeccionando en los próximos meses… Nuestro objetivo es llegar a conseguir un “actor / actriz total”. El que domina todas las técnicas. Vamos a cantar, vamos a introducir percusión, baile, esgrima, acrobacias, malabares, cambios en la escenografía e iluminación. Vamos a profundizar en el arte de hacer teatro», ha querido reseñar J.Mañón.
“La guarda cuidadosa”.
Un soldado y un sacristán se disputan los favores de una joven fregona. El soldado, viejo y roto, le guarda la calle a la criada para espantarle a todos los pretendientes inoportunos. Por allí pasará un lamparilla pidiendo para la lámpara de aceite, un mozo vendiendo pasamanería, un zapatero que viene a traer unos chapines para la joven… A todos los espanta. Aparece el amo de casa con quien también se dispone a reñir el soldado porque no lo deja entrar. Llega el sacristán decidido a pasar a la casa, lo que provoca que los tres se enzarcen… Al final, y con la intervención de la señora, la moza decidirá irse con el sacristán como partido más seguro.
“La cueva de Salamanca”.
Leonarda y Cristina, señora y criada, despiden al señor de la casa (Pancracio) ya que éste se marcha a la boda de su hermana y estará cinco días fuera de casa. Aprovechando la ausencia del marido, invitan esos días a sus amantes, el sacristán y el barbero, a pasarlos en casa comiendo, bebiendo y solazándose. Antes que lleguen éstos, entra en la casa un estudiante pidiendo albergue. La señora pone reparos pero la criada la convence de tenerlo en casa, porque así les ayudará en las tareas mientras ella disfruta con sus amantes.
Tras una pequeña trifulca, al ver los amantes la presencia del estudiante, se deciden a iniciar la fiesta, cuando aparece a la puerta de la casa el marido que, al romperse una rueda del carro, decide volver a su casa. El estudiante toma la iniciativa y hace creer a Pancracio que él con un hechizo puede hacer aparecer demonios. Los amantes, escondidos en la carbonera se disfrazan de tales, creyendo Pancracio que son tales, teniendo lugar un final feliz.