El buceo adaptado en Calahonda, referente de turismo inclusivo en la Costa Tropical

buceo accesible en Carchuna y Calahonda

Los fondos marinos de Carchuna y Calahonda se convierten en un fantástico paraíso para todo tipo de buceadores

Practicar deportes de agua cada vez es más común durante, al menos, los meses de verano. Después del confinamiento, este tipo de actividades deportivas se han perfilado como el aliado perfecto para alejarse de las aglomeraciones de bañistas que se forman en las orillas de cualquier playa que se precie. Precisamente, el mar y, de forma especial, los fondos marinos de Carchuna y Calahonda se convierten en un fantástico paraíso para los buceadores que eligen, entre sus destinos favoritos, la Costa Tropical.

Entre el Cabo de Sacratif, al oeste, y los acantilados de Calahonda, que marcan el límite oriental, la diversidad de peces, algas, corales, pulpos, crustáceos y demás organismos marinos, consolidan a este territorio como una de las mejores joyas -y más desconocidas- del litoral granadino en cuanto a buceo se refiere. Este museo natural, que ya fue promovido en la pasada edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid, ha sido declarado como Zona de especial conservación (ZEC) para proteger esta reserva única que está por descubrir y en la que habitan, de forma discreta, interesantísimas comunidades marinas. Entre ellas, algunas en peligro de extinción como el coral duro Astroides calycularis o los caballitos de mar.

A lo largo de este espacio se encuentran playas vírgenes en las irrumpen enormes plataformas rocosas marinas que se asoman al exterior, dejando una pista del universo incalculable que guardan debajo de sí. Esta alternativa de turismo activo permite realizar todo tipo de inmersiones, desde pequeñas aproximaciones a pocos metros de la orilla hasta algunas más interesantes para niveles avanzados, tal y como especifica el Club de Buceo Noraysub de Calahonda.

El buceo en Calahonda, con sello inclusivo

La importancia ecológica y paisajística de la zona no es el único atractivo de Carchuna y Calahonda, que ha hecho un gran trabajo de consolidación de la accesibilidad enfocada al turismo inclusivo. Una labor que ofrece la oportunidad, a través de grandes profesionales del buceo, de vivir una gran aventura en el mar a personas con movilidad reducida.

Esta misma semana, José, todo un aventurero en silla de ruedas, y María José, activista femenina de la discapacidad, volvieron a realizar una inmersión para seguir descubriendo la fauna marina y toda la belleza del mar de Calahonda. No ha sido la primera vez que han disfrutado de una jornada de buceo adaptado para observar los tesoros secretos que se guardan bajo estas aguas. En 2019, realizaron la primera inmersión por la superación, una iniciativa de Eros Recio, un joven de Valencia que propuso llevar la Bandera de la Discapacidad y la Superación hasta el fondo del mar Mediterráneo para demostrar que las barreras no existen.

Desde el momento en el que sumergieron un ánfora con los colores de la bandera -oro, plata y cobre-, su ejemplo se convirtió en un recuerdo emblemático que ayuda a recordar que dentro del agua todos somos iguales. Y es que, gracias a esta iniciativa que pretendió romper barreras, Calahonda suma a su oferta turística la igualdad de oportunidades. Un turismo que, además de mejorar la calidad, se hace más sostenible y humano.

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