«En la escuela municipal de gimnasia rítmica hay muchísimo potencial y muy buenas promesas»

escuela municipal de gimnasia rítmica

En la actualidad, más de 400 jóvenes promesas sueñan con convertirse en gimnastas de referencia de esta disciplina tan compleja

La escuela municipal de gimnasia rítmica no para de crecer. Las experiencias de alto nivel permiten descubrir a los más jóvenes muchos de los valores que inculca un gran deporte como la gimnasia, lleno de disciplina, compañerismo y responsabilidad. A través de un gran equipo de profesionales se forman en la actualidad más de 400 jóvenes promesas que sueñan con convertirse en gimnastas de referencia de esta disciplina tan compleja.

Ana García descubrió este deporte con once años en el colegio, gracias a una amiga que ya lo practicaba. Con el tiempo se convirtió en algo más que un hobby, un pasatiempo o una manera, entre las miles, de hacer deporte y desconectar de la rutina diaria. Ahora es entrenadora profesional y, a su juicio, la gimnasia rítmica fue el origen de todo un camino «lleno de ilusiones y grandes retos» que le cambiaron por completo la vida. «Hace más de quince años entendí que esta era mi pasión y es mi forma de seguir en contacto, día a día, con este deporte», cuenta Ana, que en la actualidad entrena a casi un centenar de alumnas de diferentes niveles en la escuela municipal.

Su ilusión, su arrojo y su energía han conseguido superar todo tipo obstáculos. Pese a ser una escuela municipal y no contar con muchas instalaciones preparadas para la práctica de esta disciplina deportiva, grupos de nivel escolar y nivel promesa han competido con solvencia arrojando grandes resultados. «El conjunto infantil quedó en séptima posición en el campeonato de Andalucía ganándole a más de 50 clubes, en esta escuela hay muchísimo potencial y muy buenas promesas», señala la entrenadora, que durante todo este mes ha estado preparando a sus gimnastas para los próximos torneos y competiciones y que espera este año el primer puesto.

Para Ana, lo mejor de la gimnasia rítmica es que busca «la perfección desde las punteras a la sonrisa». En competición hay una valoración artística, otra sobre el grado de dificultad y otra sobre la ejecución en cada pase. Los entrenamientos son fundamentales para cosechar éxitos y eso permite que, en el camino, cada niña y conjunto aprendan muchas cosas, por ejemplo, qué es la constancia o qué supone el sacrificio, porque «fuera o dentro del tapiz esas lecciones las llevan de por vida», subraya Ana.

La primera competición a la que asistirán algunas de las gimnastas será el próximo 7 de marzo, prueba a la que le sucederán más exhibiciones y competiciones que, seguro, permitirán que la gimnasia rítmica motrileña brille como un diamante en bruto.