Espido Freire: «de Motril me quedo con la calidez que me ha rodeado siempre»

aula de pensamiento con espido freire

La escritora acaba de pasar por Motril para presentar su nueva novela, "De la melancolía", y participar en el Congreso de Talento

Mucha gente no sabe que Espido Freire fue la premio Planeta más joven hace veinte años. Un premio que la catapultó a nivel mediático, pero que acogió con la responsabilidad de quién sabe que los galardones son armas de doble filo: vienen y van y, después de la novedad, nadie recuerda sus nombres. Años más tarde y presentando su nueva novela, De la melancolía, reconoce que aquello no fue una casualidad sino un trampolín que reafirmó lo que ya sabía: quería ser escritora y no había lugar para otra cosa que no fuese la perseverancia.

La escritora acaba de pasar por Motril para dar a conocer su nueva novela y participar en el Congreso de Talento, Creatividad y Emoción que se está desarrollando en el Centro de Desarrollo Turístico de la ciudad. En una cita literaria, organizada por Aula de Pensamiento, Espido Freire habló sobre su libro y sobre las heridas invisibles, el punto de partida para un relato intimista con raíces sociales.

El libro describe la crisis de una protagonista y habla sobre la acción transformadora del amor para superar la tristeza. «Las apariencias acaban por crearnos necesidades del otro», dice. «Cuando se destruye una unión que creíamos imbatible es como una raja en un glaciar. Una vez que se sabe, no se puede no saberlo y lo único que necesitamos es seguir adelante», afirma para referirse a De la melancolía.

Para renacer hay que tomar como punto de partida el propio dolor. Pero, «¿cómo se entiende un dolor invisible?», preguntó Freire en la presentación de su libro. El Museo Hernández Quero enmudeció ante aquella pregunta. «Aún existen enfermedades silenciosas como la depresión y enormes territorios para la empatía y la sensibilidad de las personas», explicó.

«Esta novela trata de conducir muy cerca de las respuestas, pero es el lector quien debe descubrirlas», se sinceró. Para Freire, la magia de escribir en primera persona del singular es entender que lo más importante de un libro «no es la trama, sino la evolución del personaje y del que lee».

Su gusto literario y su delicadeza para hablar de la soledad permiten que el lector quede atrapado desde la primera página. Espido Freire, que quedó maravillada en su primera visita a Motril hace cuatro años, regresa estos días para aprender, compartir impresiones, cultura y experiencias.

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