Ilusión desbordada en la Cabalgata de los Reyes Magos de Motril
En total han sido más de 13.000 kilos de caramelos los que se han repartido a lo largo del recorrido en las 20 carrozas participantes
Bajo un cielo despejado y azul, a las 18:30 horas, comenzaba la Cabalgata de sus Majestades los Reyes Magos en Motril, una ciudad que se ha desbordado por la ilusión de niños y mayores, que recibieron con alegría y entusiasmo a los tres magos de Oriente.
Lo hicieron desde muy temprano y desde el muelle pesquero de Motril. Melchor, Gaspar y Baltasar desembarcaban de su travesía bajo cientos de miradas infantiles y con la presencia de numerosas autoridades como la alcaldesa de la ciudad, Luisa García Chamorro, o el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes.
Cientos de voces anunciaban a los cuatro vientos que los Reyes Magos habían llegado a Motril. «¡Ahí están!», decían los niños sin poder esconder su entusiasmo.
Con el traslado de Melchor, Gaspar y Baltasar a la ciudad, rozando el reloj las seis y media de la tarde, se daba inicio a la Cabalgata de los Reyes Magos 2020. Los pastorcillos, seguidos de una de las carrozas estrella, la de Tarzán de Grupo Lumar, cruzaban la verja junto a la Ronda del Mediodía para emprender un nuevo viaje que, año tras año, devuelve la ilusión a todos los rincones de la ciudad.
Este año con numerosas novedades: tres carrozas nuevas como la de Tarzán, Frozen y la del tío Gilito y el pasacalles de Aladdin, dirigido por la escuela de danza de Raquel Aroza, que sorprendió con unos cabezudos gigantes de los protagonistas de esta conocida película Disney.
En total han sido más de 13.000 kilos de caramelos los que se han repartido a lo largo del recorrido en las 20 carrozas participantes, según los organizadores de este evento tan esperado que pone en pie a toda la ciudad.
«El día de la Cabalgata es un día para todos», cuenta María, siguiendo la carroza en la que va su hija. Sobran los motivos cuando son los ojos de los niños al ver a los Reyes los que describen los momentos tan especiales que se viven durante todo el recorrido.
Uno de ellos, al llegar a la rotonda del Ejército del Aire, a los pies del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza. Los Magos de Oriente bajaron de sus carrozas para entregar el oro, el incienso y la mirra al Niño Dios, que se encontraba en el pesebre junto a la Virgen María y San José.
La noche de Reyes volvió a escribir una página imborrable en la historia de Motril y en la de muchos niños y no tan niños, que no olvidarán jamás este cinco de enero.