IU-Equo demanda un Plan de mantenimiento integral de las instalaciones deportivas municipales
La clausura de la piscina municipal por parte del Distrito Sanitario de Granada es la punta del iceberg del inexorable deterioro de las instalaciones deportivas municipales
En su propuesta IU-Equo reclama, además, la reactivación del Consejo Municipal de Deportes y la dotación de personal necesaria para el adecuado funcionamiento de las instalaciones deportivas municipales.
Los usuarios y usuarias de las instalaciones deportivas municipales están constatando, día a día, el evidente deterioro de los recintos y equipamientos deportivos municipales y padeciendo sus negativas consecuencias para la práctica de las distintas actividades que pretenden realizar –ha afirmado la portavoz del Grupo municipal de IU-Equo, Inma Omiste–.
Las deficiencias en las instalaciones y en los equipamientos son diversas, algunas de ellas de carácter estructural y otras muchas debidas a la falta de conservación y mantenimiento, como en el caso de las pistas de tenis y otras, como el campo de fútbol, las pistas de Santa Adela o la del barrio de San Antonio.
Según Inma Omiste, ello es debido a que, en los últimos años, no se han llevado a cabo actuaciones de mantenimiento y conservación adecuados, más allá de los diferentes parcheospara que pudieran permanecer en funcionamiento, aunque fuera en malas condiciones. Una práctica que resulta insuficiente como ha puesto de manifiesto el cierre de la piscina municipal.
Para el Grupo municipal de IU-Equo, “esta situación no puede prolongarse en el tiempo”: reclama actuaciones decididas y urgentes a través de la elaboración de un plan de mantenimiento integral de las instalaciones deportivas municipales a medio y largo plazo.
A ello se le añade, en muchos casos, la falta del personal necesario en las instalaciones, para su apertura y cierre o para dar la atención que requieren los usuarios y usuarias.
La portavoz de la alcaldesa ha criticado la actitud de la alcaldesa en este asunto: ”echar balones fuera, eludiendo responsabilidades y apelando a herencias del pasado, no parece que sea un buen modo de afrontar este problema por parte del equipo de gobierno local, que ha dispuesto de más de tres años para ponerse manos a la obra. Aún más cuando en algunos casos ––como es el de la piscina municipal–– se cuenta con un proyecto para la adecuación de sus instalaciones con la financiación necesaria procedente de fondos europeos.
Para la formación de izquierdas el deficiente estado de las instalaciones deportivas de la ciudad supone un deterioro importante de la prestación de un servicio público muchas veces esencial para los ciudadanos/as que, en determinados casos, deben realizar la práctica deportiva por motivos terapéuticos. En cualquier caso, no es de recibo en una ciudad de la importancia de Motril, por su población y por su situación como referente de la comarca.
Desde IU-Equo entendemos que el deporte debe ser un instrumento de integración social, de mejora de la salud y de promoción de hábitos saludables. En este sentido, apostamos por la recuperación del Consejo Municipal de Deportes, como un instrumento de participación social y decisión colectiva.
En su opinión, esta mala situación de las instalaciones municipales pone en evidencia la escasa relevancia que desde el gobierno local se le está dando al deporte en la ciudad, algo que se comprueba por el escaso presupuesto destinado al Área de deportes municipal y por el irrelevante peso político de la concejalía dentro del equipo de gobierno municipal.
Su portavoz ha alertado sobre las posibles consecuencias indeseables del deterioro de las instalaciones municipales: el mal estado de las instalaciones deportivas y el desinterés por una política municipal de deportes mínimamente ambiciosa, es una circunstancia que inquieta a usuarios y vecinos que no pueden evitar su temor de que, detrás de este deterioro generalizado, pueda haber una estrategia de privatización de estas instalaciones, de la mano del Partido Popular y de sus socios, tan aficionados a la externalización de los servicios públicos.. De momento, la derivación y el trasvase de usuarios a instalaciones privadas es un hecho incontestable.