José Molina: «no hay que olvidar que Iglesia somos todos y cada uno de nosotros»
"La imagen del centurión romano iba a ser el gran estreno de la Hermandad para esta Semana Santa de 2020"
Conversamos con José Molina, Hermano Mayor de la Hermandad del Gran Poder de Motril, sobre la suspensión de la Semana Santa, la crisis del coronavirus y sus consecuencias en el mundo cofrade y religioso de la ciudad.
Hoy es un día muy diferente. Nadie lo hubiese imaginado así. ¿Qué lección le deja esta crisis sanitaria?
Lo primero que me viene a la mente es ese sentimiento de solidaridad que ha calado en la gente y como cada uno, en la medida de sus posibilidades, debido al estado de confinamiento, se las ha ingeniado para tratar de ser útil a la sociedad en estos tiempos difíciles. Por ejemplo, desde el taller de costura de la Hermandad, se ha cambiado la confección de hábitos por la realización de mascarillas protectoras que están siendo utilizadas por personal del comedor social Jesús Abandonado o por trabajadores de Frutas Tejerina.
Otra cosa que considero importante es cómo se ha puesto en valor la labor de diferentes estamentos de la sociedad, que a diario los tenemos ahí, pero que con esta crisis han adquirido una mayor relevancia, como el personal sanitario: médicos, enfermeros, celadores… que se están dejando la piel por darse y ayudar al prójimo, incluso por encima de sus posibilidades, o los cuerpos de seguridad del Estado que velan día a día por nuestra seguridad, así como Cruz Roja, Protección Civil, Cáritas y un sinfín de asociaciones, que a través de algún tipo de acción social, están ayudando a que estos días tan duros, sean más llevaderos.
¿Cómo se vivió la suspensión de las procesiones por el coronavirus en el seno de la Hermandad?
Viendo a través de los medios de comunicación la situación que se estaba produciendo en Italia, creo que ya estábamos sobre aviso de lo que podía ocurrir aquí, con lo cual, desde bastantes días antes de que se produjera el comunicado por parte de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, en comunión con el Arzobispado de Granada, de la suspensión de las Estaciones de Penitencia y todos los actos relacionados con las Hermandades, en la Hermandad del Gran Poder ya éramos conscientes de que estábamos abocados a dicha suspensión, asumiéndolo con resignación, pero también, con el sentido de responsabilidad de que salvaguardar en todo momento la salud pública de las personas es también nuestro deber y obligación.
¿Servirá para que las Cofradías obtengan un mayor reconocimiento social por su papel dinamizador de la economía y el turismo de la zona?
Para el cristiano, lo primero que debe imperar es el sentido religioso de esta celebración y debemos festejar con alegría y gozo el Triduo Pascual, pero no se puede obviar, que la Semana Santa, además de religiosidad, también conlleva intrínseca otros factores, y sí, el turismo por ejemplo es uno de estos factores. Creo que aquí en Motril, la Semana Santa sí tiene el reconocimiento que se merece, tanto a nivel social como institucional y lo viene demostrando nuestro Ayuntamiento estos últimos años, ya que se han ido aumentando la partida presupuestaria destinada al acuerdo de colaboración con la Agrupación de Hermandades y Cofradías. Y por supuesto, la Semana Santa es un motor muy importante para nuestra ciudad, que en cierta medida se nutre del turismo y se podría decir que “el verano”, para este sector comienza en Semana Santa, ya que es cuando se empiezan a producir las primeras contrataciones de cara al periodo estival.
¿En qué se focalizó la Cofradía este año? ¿Había grandes estrenos?
Desde hace tres años la Hermandad esta inmiscuida en un proyecto que consta de la realización de un centurión romano a tamaño natural y cuatro evangelistas para las esquinas del paso de misterio. Precisamente, la imagen del centurión romano iba a ser el gran estreno de la Hermandad para esta Semana Santa de 2020, pero tendrá que esperar hasta el próximo año. Todo esto, sin descuidar la bolsa de caridad de la Hermandad, que como todos los años ha colaborado con diferentes asociaciones como Cáritas o Jesús Abandonado y por supuesto siempre atentos a las necesidades de nuestras queridas RR MM Nazarenas.
¿Dónde pone la mirada ahora, en la Semana Santa 2021?
La Semana Santa 2021 queda aún muy lejos. La mirada la pongo en el ahora, en la actualidad, en salir de esta crisis viral, que seguramente desembocara en una crisis social y las Hermandades debemos prepararnos también para ello y seguir estando prestos para ayudar a los más necesitados. Hoy, invito a todos los hermanos a participar de la misa y el Miserere que se van a retransmitir en directo desde la Iglesia de la Visitación a través del Facebook de la Hermandad.
En el aspecto más propio del trabajo diario, una vez que pase toda esta situación, pienso en si tendremos que ingeniárnoslas para buscar la inyección económica necesaria para seguir con nuestros proyectos y preparar la siguiente Semana Santa.
Qué lectura le sugiere los que reivindican una mayor implicación de la iglesia en esta crisis.
Yo creo que la gestión de la crisis le compete a quien nos gobierna, a partir de ahí, no podemos olvidar que Cáritas es una organización perteneciente a la Iglesia Católica y que a través de ella se canaliza toda ayuda necesaria, además, cada párroco en su parroquia también están siempre al servicio de los más necesitados. No hay que olvidar que Iglesia somos todos y cada uno de nosotros. Por ejemplo, las personas que están haciendo mascarillas o las que se ofrecen a llevarle la compra una persona anciana, ellos también son Iglesia.
¿Habrá magna cuando acabe la pandemia o no es partidario?
No soy partidario de hacer una magna, ya que entiendo que hay otros tipos de acción de gracia o actos piadosos o de Fe que se pueden realizar.
¿Qué echará de menos hoy?
Infinidad de cosas, desde por la mañana temprano, el olorcito a chocolate caliente y churros y a todos los hermanos que van a la casa hermandad a ayudar a poner las flores o pasan a realizar una oración y hacer una ofrenda a nuestros Titulares. Los tres golpes secos en la puerta y el clamor del pueblo de Motril al abrirse las puertas, el canto de las Nazarenas, engalanado por ese aroma, mezcla de incienso y azahar, la angostura del callejón de las Monjas, las puertas abiertas de las casas de hermandad por las que pasamos en nuestro recorrido… Echaré de menos a Humildad y Victoria, al Silencio, a Salud y Consuelo, al Nazareno y la Esperanza, echaré de menos esa mirada perdida entre la gente, esa eterna chicotá de Carrera Oficial que este año hubiera sido diferente, el recogimiento en el encierro y ese canto de aires rocieros. Y, por supuesto, el abrazo con los hermanos una vez finalizada la estación de penitencia.