JSA pone en marcha la primera liga de debate y oratoria juvenil

Saber defender y argumentar ideas en público no es nada fácil. No vale hacerlo de cualquier forma porque tan importante es el cómo como el qué. Bajo ese contexto, Juventudes Socialistas de Motril ha puesto sobre la mesa una iniciativa que dará mucho que hablar: la primera liga de debate y oratoria. Un torneo que se celebrará el próximo 14 de marzo en la Casa Condesa de Torre-Isabel.

No hay requisitos. Es gratuito y dirigido a todas las edades, aunque bien es cierto que este torneo pretende hacer mella en los jóvenes del municipio, ciudadanos críticos en ciernes, que quieran medir su rapidez de réplica y su expresión oral.

El secretario general de esta organización juvenil, Alejandro Toquero, ha señalado que esta iniciativa nace con la idea de «fomentar el diálogo y la confrontación de ideas en público entre los jóvenes». Toquero, que confiesa haber sido un apasionado de los torneos de debate en la universidad, subraya que este ejercicio permitirá a los participantes «desarrollar habilidades personales y una aptitud de escucha del resto de equipos».

Según establecen las bases de este primer torneo, cada equipo estará compuesto por tres o cuatro personas, que defenderán ideas a favor o en contra del tema propuesto.

Para darle más emoción a los debates, la liga contará con un jurado designado por la organización que será el encargado de dictaminar quién será el equipo vencedor, teniendo en cuenta valoraciones como la argumentación, la expresividad o el rigor de las exposiciones.

Además, los chavales que formen parte de la competición optarán a un primer premio de 100 euros y un segundo premio de 50 euros por equipo. Aún hay tiempo para inscribirse a través del correo jsamotril@gmail.com o el teléfono 622 95 57 50.

Son muchos los beneficios que acompañan a esta iniciativa. El diálogo, la escucha activa, el respeto a lo diferente, a las opiniones divergentes, el trabajo en equipo o la empatía son algunos de ellos. Responder preguntas con difícil abordaje parece un buen punto de partida para convertir a los adolescentes en grandes oradores, pero, sobre todo, en grandes ciudadanos.