Juan Mercado homenajea a las víctimas de la pandemia con una escultura de acero
El artista motrileño se inspiró en el dolor de las personas que no tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos
Juan Mercado lleva en sus manos la sensibilidad incorporada. Este artista motrileño, licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Granada, ha rendido su particular tributo a las víctimas de la pandemia provocada por el Covid-19 a través de una escultura con la que quiere recordar a aquellos que no tuvieron la oportunidad de despedirse.
Esa búsqueda por la expresión real de los sentimientos es una constante en la vida y obra de este docente y maestro, que ha expuesto sus pinturas y esculturas a lo largo y ancho de toda Andalucía Oriental. Durante el confinamiento pasó largas horas en su taller, un lugar que utiliza como vía de escape y en el que han nacido grandes obras artísticas. «La escultura y la pintura son mis dos pasiones», confiesa este hombre de mirada tranquila, pausada y generosa. «Cuando escuchaba las noticias no podía parar de pensar en lo que sentían las personas que estaban ingresadas en la UCI sin poder tener contacto con los suyos», cuenta Mercado.
El constante interrogante le hizo comenzar a dar forma a una escultura con la que hoy rememora a todos los fallecidos que no tuvieron la oportunidad de decir adiós a aquellos que más querían. La mano que reza en esta obra de gran formato simboliza el momento de la muerte, el paso por el umbral de la vida en el que las personas buscan el gesto de sus seres queridos y «se preguntan qué será de ellos».
Han sido las propias emociones las encargadas de conducir al artista en el modelado de la escultura. «Pienso en los días previos al deceso, cuando aún estás lúcido, pero solo, rodeado de tubos que perforan tu cuerpo», se sincera. «La escultura es de acero, tan dura como esta situación», subraya expresando su pesar por aquellos que se fueron sin ningún tipo de contacto.
El paralelismo entre las artes
Juan Mercado cree que durante la pandemia las personas se han alimentado del arte en todas sus expresiones. La música, la pintura, la escultura o la creación en general han sido parte de una terapia ante un escenario incierto marcado por un periodo de aislamiento personal. «Todos hemos sentido la necesidad de beber del arte para pasar el tiempo confinados», dice.
Mientras el mundo volvía a reconfigurarse, este artista local no solo ha creado la escultura de acero en homenaje a las víctimas del coronavirus, sino que también ha realizado obras pictóricas que rompen con la figuración y están llenas de texturas. «Me gusta romper las formas y no figurar demasiado en las obras, es un nuevo realismo que busca sensaciones en el espectador», señala Mercado sobre sus últimos cuadros.
El futuro, que aún está desdibujado, no hace mella en su creatividad. Este artista jubilado se abstrae de esta compleja -y nueva- realidad en su pequeño taller, ubicado en mitad del campo, en plena naturaleza. Bajo ese maremágnum de noticias desoladoras, Mercado busca otros espacios que a él sí le nutren. Su actividad no va a pararse en época de crisis mundial porque es, precisamente, su salvavidas. Además, su corazón también es de acero irrompible y mientras quede de eso, larga vida a las artes.