La formación marítima, un trampolín para la búsqueda de empleo
Veintidós personas concluyen mañana un curso formativo que les acredita para trabajar en barcos después de haber sido pausado por la crisis del coronavirus
A principios de año comenzó el curso para la obtención del certificado de buques de pasaje RO-RO y buques de pesajes distintos a estos. Una formación marítima básica fundamental para realizar cualquier actividad en el mar de manera profesional que se ha desarrollado en el Centro de Formación Marítima de Motril. El frenazo en seco, provocado por la declaración del estado de alarma, dejó pausada esta formación que había sido muy demandada en la Costa durante años. Con la llegada de la nueva normalidad, una veintena de personas -casi todas ellas jóvenes- que se habían quedado sumidos en la incertidumbre, concluyen mañana este itinerario formativo después de haber podido retomar la actividad y continuar sus prácticas.
Hoy se encontraban en el Puerto de Motril, bajo la batuta de Carlos Fernández, el instructor que está enseñándole a los alumnos a aplicar todas las técnicas y tácticas para situaciones de emergencias a bordo. En total son veintidós personas, 17 de ellas hombres y cinco mujeres las que se han apuntado a esta acción compuesta de tres cursos -seguridad marítima, pasaje RO-RO y protección marítima-. Se preparan para ser gente del mar y desempeñar competencias asignadas sobre el pasaje, la carga y el casco de las embarcaciones.
Entre los alumnos está Antonio Ruiz, que se encuentra ilusionado por haber podido retomar el curso después del parón obligado a causa del coronavirus. En su último día saldrá a hacer unas prácticas a bordo y cree que esta formación marítima básica puede ofrecerle una oportunidad de empleo. Con el desarrollo del Plan Director del Puerto de Motril, y ante el crecimiento exponencial que ha logrado convertirlo en una plataforma logística muy importante a nivel nacional, se requiere este tipo de perfiles para trabajar en barcos y cruceros, a bordo de yates o líneas de ferrys que operan en la ciudad.
Una formación «peleada»
No ha sido fácil ofrecer esta formación esencial para la protección marítima y la seguridad en el mar, tal y como han subrayado hoy la teniente de alcalde de Formación y Empleo, Mª Ángeles Escámez, y la concejal de Pesca, Ángeles López, que han visitado esta mañana la dársena motrileña para felicitar a los alumnos y despedirles en su último día de curso. El Ayuntamiento, en colaboración con el Grupo de Acción Local de Pesca (GALP), ha organizado esta acción formativa que ha sido cofinanciada por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).
Tanto Escámez como Cano han destacado que la formación ha sido muy demandada por las barriadas pesqueras del municipio -vecinos del Varadero y Santa Adela-, pero también por el resto de barrios motrileños. Están seguras que esta oferta «mejorará la empleabilidad en Motril» y que es necesario ofrecer más formaciones de esta magnitud pensando en las necesidades de la ciudad, que no deja de ser una zona marítima que ofrece «grandes oportunidades para poder trabajar».
«Hay una realidad, y es que el mundo de la pesca puede ofrecer muchos puestos de trabajo en nuestra zona y tenemos que pensar en ellos y ofrecerles todas las herramientas para poder formarse», ha recalcado Escámez.
«La zona pesquera está brindado nuevas oportunidades de trabajo», ha subrayado Ángeles López que, en este sentido, ha explicado que el transporte de mercancías y de pasajeros está creciendo en el Puerto y para ello se requiere gente formada para trabajar. «Ya hay lista de espera para próximas acciones formativas de este tipo y adelanto que el próximo año las habrá y estarán encaminadas a la logística, una actividad que también puede dar muchas posibilidades de trabajo en este entorno», ha comentado.