La incierta y compleja situación de las bandas tras una Semana Santa sin procesiones
Las formaciones musicales intentan cobrar parte de sus contratos para no poner en peligro su continuidad y su normal funcionamiento
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha afectado, drásticamente, a las cofradías y a la Semana Santa de Motril. Un sector que también forma parte de la sociedad y que no ha escapado de las duras consecuencias originadas a raíz de la pandemia y la declaración del estado de alarma en todo el país. Las formaciones musicales del municipio, lógicamente, tampoco han podido afrontar la Semana Santa tal y como la hubieran imaginado meses antes. Tras un año de trabajo y ensayos, la suspensión de los desfiles procesionales del año 2020 ha originado un sentimiento de vacío a todos los niveles. En el caso de las bandas, esta situación afecta de lleno a su plano económico, un aspecto que ya está propiciando problemas graves a estos colectivos.
El asunto se ha convertido en uno de los temas de actualidad durante el confinamiento y que continúa dando que hablar a medida que los diferentes territorios avanzan en su plan de desescalada. Al igual que la motrileña Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Rosario de Motril, muchas formaciones esperan cobrar parte de lo pactado en sus contratos para evitar poner en peligro la continuidad y el funcionamiento de las mismas. En bandas pequeñas, que cierran acuerdos con hermandades con una facturación bastante limitada, la situación se hace aún más difícil por la merma de los ingresos.
Alejandro Ruiz, responsable de contratación de la banda del Rosario, explica que llevan meses intentando llegar a un acuerdo con diferentes hermandades. En su caso, además de acompañar al Señor de la Borriquita de Motril el Domingo de Ramos, tenían contratos cerrados en pueblos como Pinos del Valle, Valenzuela o Écija para tocar en Semana Santa. «No pedimos el 100% de lo acordado, pero sí lo que buenamente puedan porque necesitamos financiación para seguir adelante», comenta este músico.
La banda del Rosario, sin local para ensayar
Muchos de los pagos de estos colectivos musicales son proyectos iniciados en el presente ejercicio, como los de uniformidad, desplazamientos, instrumentación o, en el caso de esta banda de Motril, el alquiler del propio local de ensayo. La economía de esta formación local se ha visto tan dañada que han tenido que abandonarlo, dejar parada su Escuela de Música y volver a la calle. «Dirigimos un escrito al Ayuntamiento para cedernos un espacio en el que continuar los ensayos cuando pudiéramos volver a la normalidad y la única respuesta que hemos obtenido es que no tienen locales para asociaciones culturales», lamenta Alejandro, quien a su vez ha agradecido la colaboración que está prestando la Hermandad de la Borriquita, quien posiblemente asuma algunos de los pagos pendientes a proveedores de la banda.
Además, se han adherido a la plataforma para constituir una Confederación Nacional de Bandas de España, con el objetivo de defender de manera conjunta sus intereses y con el trasfondo del cobro de los contratos de esta Semana Santa.
«Hay que ser solidarios por ambas partes»
En este sentido, la Agrupación Musical de Nuestra Señora del Carmen ha corrido más suerte. La Entidad Autónoma de Carchuna y Calahonda cedió hace años un espacio a estos músicos para poder ensayar. Sin embargo, su presidente Francisco Barrera expresa su preocupación ante la gran incertidumbre existente sobre el cumplimiento de las obligaciones derivadas del acuerdo con las distintas formaciones musicales. Insiste, además, en que la problemática se agrava en las formaciones más pequeñas, que no tienen margen para exigir el cobro de parte de sus contratos a las hermandades. «Hay que ser solidarios por ambas partes», comenta el presidente de la Agrupación Musical de Calahonda. «Nuestra banda tiene una relación magnífica con muchas de las cofradías a las que acompaña y eso nos hace aún más sensibles con esta lacra que estamos viviendo, que no ha dejado a nadie indiferente», se sincera. «Actuaremos con el corazón en la mano, como nos gustaría que actuaran con nosotros, todos queremos cobrar y llegar a algún acuerdo porque estamos atravesando problemas importantes», señala el presidente, que expresa que la banda aún no ha terminado de pagar la nueva uniformidad, que depende directamente de sus ingresos de Semana Santa.
Nacen los primeros acuerdos
Algunas hermandades de Motril han comenzado a informar de los primeros acuerdos alcanzados en orden al cumplimiento de los contratos firmados en relación con la pasada Semana Santa con algunas de sus formaciones musicales.
En concreto, la hermandad del Perdón anunciaba a principios del mes de abril el acuerdo alcanzado con la banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Almuñécar. Así mismo, este miércoles, la Hermandad de la Humildad también comunicaba su acuerdo con la Agrupación Musical Arroquia Martínez de Jódar y la Banda de Música de las Golondrinas de Vélez Málaga.