La Patrona de Motril recibirá a sus fieles el 15 de agosto en el dintel del Santuario
Para los devotos de la Virgen de la Cabeza, las fiestas patronales no se cancelan, pese a la suspensión del desfile procesional
La cuenta atrás para las Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora de la Cabeza sigue su curso y no está dispuesta a pararse. La verdadera fe no se evapora en tiempos de crisis sanitaria y, por ende, ofrece alternativas a aquellos católicos cuyas creencias continúan indelebles al paso del tiempo. Precisamente, la cancelación de las fiestas de agosto por parte del Ayuntamiento no ha hecho que la hermandad patronal pierda de vista el encuentro anual de la Virgen con la ciudad.
La Hermana Mayor de la Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Nuestra Señora de la Cabeza Coronada, María José Garrido, cuenta que por el Cerro se están dejando ver muchos motrileños que antes del estallido de la crisis del coronavirus no iban frecuentemente a la iglesia. «Ya sabemos que en tiempos convulsos, de epidemias y terremotos, la Virgen de la Cabeza ha sido el estandarte al que Motril se ha agarrado con firmeza», dice María José relatando esa parte de la historia que tiene tanta significación en la ciudad. Más en estos tiempos, para reafirmar el dicho de ‘nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena’.
Ahora, a falta de unos meses para la conmemoración de la fiesta de la Asunción de la Virgen el próximo 15 de agosto, la Junta de Gobierno ha manifestado que, al igual que ocurría en Semana Santa, solo está prevista la suspensión del desfile procesional por las calles del centro de Motril. El resto, que es un mundo de fervor y devoción, no puede cancelarse. «Las Fiestas Patronales se van a celebrar poniendo todas las medidas de seguridad sobre la mesa», explica la Hermana Mayor. La novena y el pregón siguen en pie porque además, desde la fase 1, los lugares de culto están abiertos con un tercio de aforo máximo. En la fase 2 se ampliará el aforo al 50%. Para el mes de agosto, de manera previsible, se podrían haber terminado las restricciones sociales y económicas, aunque se siga manteniendo la vigilancia epidemiológica con importantes medidas de seguridad y autoprotección de la ciudadanía.
«El 15 de agosto, al término de la misa, situaremos a la Virgen de la Cabeza en el dintel de la puerta del Santuario, de tal forma que los motrileños que quieran ir a verla puedan subir por una cuesta y bajar por el otro lado para garantizar la distancia de seguridad», relata la Hermana Mayor sobre el colofón de unas fiestas patronales «diferentes» que no quieren perder su carácter cercano con el pueblo que erigió el patronazgo de la Virgen de la Cabeza en 1635.
«Seguiremos con la tradición», afirma María José, que recuerda que en este 2020 se cumplen veinte años de la Coronación Canónica de la Virgen de la Cabeza. Una efeméride que aún podría dar mucho que hablar, pero de la que la Junta aún no quiere pronunciarse. De momento, los devotos de la Patrona de Motril no podrán rememorar uno de los encuentros más esperados de agosto a los pies del Cerro. Esta vez, tendrá que ser en la parte más alta.