«Luchamos contra el riesgo de exclusión que viven muchas mujeres invisibilizadas de Motril»

vicepresidenta Afammer en Motril

La vicepresidenta de AFAMMER en Motril, Mari Carmen Álvarez, señala los problemas principales a los que se enfrentan las mujeres rurales de la Costa

La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER) en Motril emprendió, hace casi dos décadas, un camino fascinante para visibilizar el trabajo y las dificultades de cientos de mujeres de la Costa. Desde 2004, este colectivo ha andado miles de pasos con el único fin de llevar la voz de las mujeres rurales con la valentía de plantar cara a la sociedad de su tiempo y a todos sus condicionantes: la edad, el desarrollo tecnológico o la propia evolución cultural.

En esa ardua lucha por la igualdad de oportunidades se encuentra Mari Carmen Álvarez, actual vicepresidenta de AFAMMER en Motril, que no deja la sonrisa «para luego» y se la coloca cada día convencida de que las mujeres vivimos en una sociedad en continuo descubrimiento. Ella, junto a otras muchas asociadas, están unidas con un fin común: la lucha contra la desigualdad y el riesgo de exclusión que viven muchas mujeres invisibilizadas del municipio.

Parece que lo que advertimos y leemos en las noticias no ocurre en nuestra ciudad, pero la discriminación de las mujeres ante una mayor falta de oportunidades es una lacra que se propaga y esparce por todos los rincones, especialmente en aquellos lugares rurales cuyo principal sector económico es la agricultura, como ocurre en Motril. «No solo hablamos en términos de violencia, sino también de mujeres paradas con una edad avanzada o de mujeres que no han trabajado nunca y creen que no sirven para nada», cuenta Mari Carmen Álvarez.

Existen indudables avances en las condiciones políticas y sociales de la mujer, pero las mujeres rurales «son las grandes olvidadas y las que mayores condiciones precarias soportan». Esa ruralidad, además, es un elemento que aleja las oportunidades de muchas mujeres valientes que buscan otro lugar en el mundo, pero sienten que es imposible.

Según la vicepresidenta de AFAMMER, reinventarse es posible y se están dando «pasos firmes y permanentes» para adoptar una conciencia capaz de transformar la sociedad en la que vivimos. Desde esta asociación se realizan todo tipo de talleres, cursos y conferencias para que las mujeres tengan mayores oportunidades para acceder a puestos de trabajos dignos y alcanzar metas que antes parecían imposibles gracias al testimonio y la ejemplificación de otras historias similares.

Acabar con la brecha digital es uno de los propósitos fijados dentro de la frenética labor de este colectivo. «Uno de los talleres favoritos de las mujeres que participan en la actividad de AFAMMER es el taller de WhatsApp», señala Mari Carmen Álvarez, «debemos abordar este fenómeno sabiendo que lo que a las generaciones actuales les resulta algo trivial, para el resto no es tan sencillo», destaca muy consciente de la lucha de las mujeres de su generación y de otras pasadas.

Con lleno y lista de espera, AFAMMER asume el enorme reto que queda por delante. Construir una mente abierta en favor de la igualdad y acompañar en el camino a muchas mujeres dispuestas a liderar el cambio.

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