Mª Ángeles Escámez: «la irresponsabilidad de algunos ciudadanos me hace creer que no hemos aprendido nada»

M Angeles Escámez

La responsable de Seguridad Ciudadana lamenta que el esfuerzo que han hecho miles de ciudadanos quedándose en casa ahora se vea emborronado por "listillos carentes de civismo"

En el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Motril aún no se está tan tranquilo a pesar del análisis de los datos y el bajo índice de contagios con los que cuenta el municipio. Cada nueva fase y actualización de las normas de confinamiento ante el estado de alarma es una vuelta empezar para todos los profesionales y las fuerzas que se encargan del cumplimiento de la normativa en la ciudad. En los últimos días, ante la primera fase de la desescalada y el permiso para salir a pasear y hacer deporte, la Policía Local de Motril se ha visto desbordada y obligada a intensificar los controles para que la ciudadanía respete las medidas de precaución y las franjas horarias. Algo que, para la responsable de Seguridad Ciudadana, Mª Ángeles Escámez, es «desesperanzador».

A pesar de que la Costa no ha advertido ningún repunte de contagios hasta el momento, los datos que manejan desde el área y el número de sanciones impuestas por los agentes de seguridad le hacen prever que podría darse esa posibilidad. «Esas previsiones me preocupan y más sabiendo que no hemos pasado a fases aún más avanzadas del desconfinamiento», ha reconocido la teniente de alcalde, quien sin embargo ha insistido en que está en la mano de todos que esos ligeros repuntes y oscilaciones no se den en la ciudad.

«Intento valorar los datos con mucho cuidado, pero me fastidia pensar que hay personas que creen que ya se ha acabado todo», se ha aventurado a decir recordando los últimos acontecimientos en los que la policía tuvo que intervenir varios botellones en el centro de Motril y una fiesta que se estaba celebrando en un cortijo de Los Tablones. «La irresponsabilidad de algunos ciudadanos me hace creer que no hemos aprendido nada», ha insistido Mara, quien ha lamentado que el esfuerzo que han hecho miles de ciudadanos quedándose en casa ahora se vea emborronado por «listillos carentes de civismo».

Al hablar del concepto de libertad surge un silencio antes de la respuesta. «La limitación de la libertad nos ha afectado a todos porque a nadie le gusta que le obliguen a cambiar sus hábitos cotidianos imponiéndole medidas extremas», ha subrayado. «Pero esta situación nos ha venido bien para parar y valorar las cosas que son realmente importantes para la gran mayoría de ciudadanos», ha comentado. «Creo que cuando alguien se salta las medidas de seguridad y se enorgullece y se jacta de hacerlo no sabe que de quien de verdad se está riendo es de él mismo y de la gente que quiere», comenta la responsable de Seguridad del municipio.

La decisión del Gobierno de España del pasado viernes de que la Costa Tropical no pasara a la fase 1 tiene su doble vertiente y Escámez la conoce muy bien. Es asesora fiscal y laboral y sabe de primera mano cómo es la situación trágica que atraviesan muchas pymes y autónomos que han tenido que hacer un ERTE o directamente cerrar la persiana de su negocio. «Ellos son los grandes perjudicados y los que asumen las consecuencias más grandes de esta crisis, junto a los fallecidos», ha dicho, hablando de una decisión «dañina para el tejido empresarial», que estaba esperando como «agua de mayo» ese paso a la siguiente fase de la desescalada. Pero por otro lado, Escámez considera que prolongar una semana más la fase 0 puede ayudar a muchos ciudadanos «a ser conscientes de que si no se actúa con responsabilidad el confinamiento puede prolongarse más de lo esperado».

El futuro aún es «incierto» y «cambiante» para Mara. «Lo escribimos cada día», recalca. Un hecho que le permite pedir un deseo ante las nuevas circunstancias que se avecinan: volver a la normalidad poniendo los pies en la tierra. No cree que haya fórmulas políticas mágicas, pero sí se apropia de una de las frases más célebres de John Fitzgerald Kennedy. «Para vencer la pandemia deberemos pasar del qué pueden hacer los demás por mí al qué puedo hacer yo por los demás».

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