Mar Aragón: «llevo los colores de Motril en mi ADN»

Mar Aragón, acuarelista de Motril (Granada)

La acuarelista motrileña recibirá el galardón 'Leonardo da Vinci' en Florencia, otorgado por la prestigiosa revista Art International Contemporary por su trayectoria y evolución artística

Nadie imaginaría que han pasado tan solo cinco años. Cinco años desde que Mar Aragón decidiera romper con los órdenes del mundo. Su vida, su obra, su estilo son una convergencia de esencias que hablan por sí mismas de su persona: cañera, valiente y con una personalidad arrolladora. Acaba de recibir la noticia de que el prestigioso magazine de Art International Contemporary le otorgará el próximo 25 de enero el galardón ‘Leonardo da Vinci‘, un reconocimiento a su trayectoria y a la de otros artistas reconocidos.

Blue Mirror, que fue finalista en el certamen local ‘Ramón Portillo’, ha sido la obra elegida por el jurado de esta conocida revista. «Es una mirada rápida de Nueva York, un recuerdo que se te queda en la retina para siempre», explica la artista de esta acuarela en gran formato y de color azul añil.

Lo que anuncia esta distinción, que se entregará en el Palazzo Borghesse de Florencia, es algo de sobra conocido: Mar es imparable. «Cuando me desvelo en casa sé lo que eso significa, tengo que pintar», cuenta mientras camina por su estudio, un rincón de estilo industrial y de cuidada decoración. Justo en la entrada, cuelga una de las acuarelas que la catapultó al éxito, un coche parado en el horizonte que el escritor, Javier Martín, tituló ‘Desafío’. Quizás es eso lo que más se admira de esta acuarelista que ha conquistado galerías y corazones, su capacidad de reflejarse en sus pinturas, de no ser lo que otros esperan que sea, de no pintar tan solo paisajes idílicos, de ser libre como el agua de las acuarelas, pero también oscura, gris y reivindicativa.

Mar se sincera y cuenta que no ha sido un camino fácil. En su casa, el arte pasó «de puntillas» porque en su familia no encontró nunca referentes artísticos, pero sí a grandes artistas locales como Pepe Baena o su propio profesor, Ramón Portillo. «Me gusta la gente auténtica y Motril me ha dado mucha y muy buena», detalla.

Su vida es un ir y venir constante, pero sus raíces se clavan aquí. Para esta mujer, la ciudad que la ha visto crecer también le ha dado lo más importante, «llevo los colores de Motril en mi ADN», expresa con convencimiento mientras de fondo suena un hilo musical con la guitarra flamenca de Carlos de Jacoba.

Para Mar, este 2020 viene cargado de sorpresas. Una de ellas, las acuarelas que ilustran el trabajo discográfico de Luis Santana, que recupera las canciones del poeta granadino, Federico García Lorca. Pero también libros ilustrados, exposiciones y colaboraciones como la del Boletín que edita el Centro Artístico de Granada.

El futuro está aún sin dibujar, pero Mar admite que le van los retos. «Los sueños están para conquistarlos, todos deberíamos hacer cosas con las que nos tiemblen las piernas», recalca mientras recuerda su última ‘locura’, el concierto de Carlos de Jacoba y Luis de Rosario en el que participó pintando en directo una acuarela de 2 metros.

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