Más control y distancia en una Selectividad atípica

selectividad 2020

Los institutos Giner de los Ríos y Javier de Burgos de Motril han celebrado las tres primeras pruebas de acceso a la Universidad

Numerosos estudiantes de la Costa han iniciado este martes las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), en una convocatoria marcada por la crisis sanitaria del Covid-19. Aparentemente, esta prueba ha contado con más alumnos que en años anteriores, posiblemente debido al incremento en el número de aprobados de bachillerato. La Selectividad en Motril ha dado comienzo sin incidencias reseñables, siguiendo todos los protocolos de seguridad.

A las puertas del Instituto Giner de los Ríos y del Instituto Javier de Burgos de Motril, los dos centros examinadores de selectividad, los estudiantes eran divididos por sectores según el orden alfabético para ir entrando a las aulas. Cuidar la movilidad y acceso al centro ha sido uno de los protocolos fundamentales, puesto que muchos pasillos de estos centros educativos son estrechos y las aulas están repartidas. Para no acceder de golpe, este año se les ha ido llamando por aulas y zonas sectorizadas para poder controlar el tráfico de personas en los espacios comunes.

Lo primero que han tenido que hacer los alumnos, aparte de llevar en todo momento mascarilla, ha sido ponerse gel desinfectante. Una vez en la aulas, ha dado comienzo el examen de Lengua castellana y literatura, con una editorial de El País y un texto de la escritora Carmen Martín Gaite. Después lo haría el de Historia, donde los alumnos han podido elegir entre el tema de Isabel II o la Restauración, del siglo XIX, o los Gobiernos democráticos y la Dictura de Primo de Rivera, en el siglo XX. El último examen de la jornada ha sido el de Lengua extranjera.

Pablo Gumá, estudiante del bachillerato de Ciencias Sociales, llegaba muy puntual a las pruebas. Ha explicado que se encontraba «tranquilo y con optimismo» para pasar unos exámenes para los que se ha preparado «a fondo». «Hemos tenido clases online y creo que nos hemos esforzado mucho y todo tiene que salir bien», contaba.

Algo similar ha dicho Claudia Escámez, que estaba segura que, aunque la materia había sido «más difícil de estudiar» debido al confinamiento, llevaba mucho tiempo preparándose bien los exámenes de Selectividad. Aún no tiene claro qué quiere estudiar, pero afronta este proceso como un «reto» que marcará su futuro para siempre.

Durante el último trimestre, estos alumnos han tenido que estudiar todo telemáticamente a través de aplicaciones como Google Meet. A pesar de estos problemas logísticos, la mayoría de alumnos han llegado con mucha seguridad al examen en una convocatoria atípica, en condiciones muy diferentes a las de años anteriores. Hasta hace unos meses, estos aspirantes universitarios desconocían cómo sería finalmente el formato de las pruebas y cuáles serían los contenidos que entrarían en los exámenes.

Durante los próximos dos días llegará el turno de las asignaturas específicas de cada rama de bachillerato. Después, los afortunados podrán disfrutar del verano tras una temporada complicada y llena de incertidumbre.

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