Moreno pide a Sánchez que Málaga y Granada pasen a la fase 2 si cumplen con los requisitos

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, celebraba este domingo que todas las provincias andaluzas se encuentren en la fase 1 de desconfinamiento. Una situación, según ha dicho, que debería haber sido así desde el principio, «porque no había criterios objetivos» para dejar fuera a Málaga y Granada. En este sentido, ha pedido al presidente del Gobierno de la Nación, Pedro Sánchez, que dichas provincias puedan aspirar a entrar en la fase 2 si cumplen con los requisitos que se exijan. Para ello, ha reclamado que cuanto antes se den a conocer qué criterios se van a utilizar para autorizar el cambio de fase. «Necesitamos toda la información posible para afrontar con garantías el proceso de desescalada», ha añadido. En concreto, se ha referido a qué tasas de contagio y qué requisitos de dotación sanitaria se van a exigir, y cómo se va a abordar la reapertura: por provincias, distritos sanitarios, municipios o incluso por comunidades autónomas.

Durante su comparecencia informativa tras la celebración de la décima Conferencia de Presidentes, Moreno ha considerado positivo que se conozca cuanto antes las partidas económicas que el Gobierno de España va a repartir «realmente» entre las comunidades autónomas. En esta línea, ha lamentado que, después de una nueva reunión de presidentes de forma telemática, aún se desconozca cómo se van a distribuir los 16.000 millones anunciados por la Administración Central. En relación con esto último, ha requerido coordinación, colaboración, transparencia y un trato justo para Andalucía, además de un debate profundo sobre la financiación de las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, «porque es un asunto que requiere del máximo nivel de consenso y acuerdo».

Asimismo, ha insistido en que, aunque la salud sigue siendo una prioridad para el Gobierno andaluz, también debe serlo evitar todo lo posible las consecuencias económicas que trae consigo esta crisis y ha abogado por mantener un «fino equilibrio» entre las garantías de salud y la reactivación progresiva de la economía. «Como Gobierno, trabajamos para fortalecer cada vez más nuestro sistema sanitario y, al mismo tiempo, preservar el máximo empleo posible».