Motril, sede autonómica de la XV Olimpiada Española de Biología
Junto a otros cuatro centros de Andalucía, el IES La Zafra se ha convertido este fin de semana en sede oficial para celebrar la fase andaluza de la olimpiada
Llega una nueva edición de la Olimpiada Española de Biología, donde alumnos de todo el territorio nacional compiten para ser los mejores de cada comunidad autónoma y clasificarse para la gran final en Bilbao. Por primera vez, el IES La Zafra de Motril se ha convertido en la sede oficial para acoger la fase andaluza de la Olimpiada, junto a otros centros académicos de Andalucía en el Puerto de Santa María, Lucena, Málaga y Sevilla.
Más de 40 alumnos de trece centros educativos de Granada y Jaén han visitado Motril este fin de semana para participar en este certamen que tiene como finalidad promover en los jóvenes el interés por el conocimiento de la biología y fomentar una cultura científica.
El pasado sábado este centro educativo llevaba a cabo la primera fase de esta competición, que este año celebra su decimoquinta edición. Los alumnos y alumnas de Bachillerato de la zona se han enfrentado a una primera prueba con el objetivo de estar entre los tres mejores clasificados de toda Andalucía para participar en la fase nacional, que tendrá lugar en el campus de Leioa (Lejona) en la Universidad del País Vasco, y en la que optan a conseguir una beca del Ministerio, prácticas en centros universitarios y la posibilidad de participar en la fase internacional o iberoamericana.
Esta iniciativa, que quiere acercar a los estudiantes a esta rama de la ciencia resaltando su importancia en el mundo actual, ayuda a implicar a los estudiantes en los «retos científicos del presente y el futuro», ha resaltado el profesorado del IES La Zafra.
«Es fundamental promover el intercambio de experiencias desde los centros educativos, conseguir que los jóvenes y las nuevas generaciones de estudiantes se impliquen en el desarrollo de esta ciencia», ha señalado Mari Carmen Palacios, profesora de Biología de este centro educativo.
Ahora solo queda esperar el resultado de esta primera prueba. La ilusión está a flor de piel. Pero lo más importante ya se ha conseguido. El futuro de esta vocación, la pasión por el progreso, la sed de investigar y crear un mundo mejor, están aseguradas.