Besos en la mirada

De repente llegó y nos arrebató de cuajo un trocito de nuestras vidas. La naturaleza puso patas arriba nuestra existencia,...

De repente llegó y nos arrebató de cuajo un trocito de nuestras vidas. La naturaleza puso patas arriba nuestra existencia, casi sin esperarlo, por supuesto, sin preverlo, y evidentemente, sin estar preparados. 

¿Cuál fue el último abrazo a tus amigos? ¿Dónde ha quedado en tu memoria aquellos besos que eran el punto de partida de encuentros inolvidables, o la despedida perfecta hasta el momento siguiente de vivir la vida con los tuyos?

¿Pudiste dar el último abrazo como quisieras haberlo hecho de saber todo esto? ¿Apretaste a tus seres queridos con la intensidad que ahora lo harías en aquel último encuentro con ellos, antes de que el futuro  que no conocías, sin avisar colocase ese muro de contención impenetrable entre ellos y vosotros?

¿Cuál es ahora la distancia entre lo que harías y lo que puedes hacer? ¿Una eternidad de suspiros?

Comenzamos a desencajarnos de este aletargamiento que nos ha convulsionado el corazón, y que nos ha gastado las lágrimas de la melancolía, del anhelo de aquellos y aquellas que forman parte de ti, y que sueñas con besar… con la mirada. 

Ahora son los ojos los nuevos labios de nuestro cariño. Son el nuevo instrumento de demostración de amor, amistad, aprecio, alegría, cercanía o felicidad. Vamos a aprender a besar con los ojos: ellos sonreirán, se achinarán cuando vean a personas que quieres, y se humedecerán con reencuentros increíbles que están por llegar. 

La mirada es un beso que se colará en nuestro inconsciente, porque demolerá esa distancia social para encender la fogata de la calidez entre nosotros, y evitará que la humanidad se congele por culpa de los espacios infinitos que distan nuestros brazos y abrazos, nuestras muestras de naturalidad desde el contacto físico. 

Así que, cuando miréis a los ojos de alguien y notéis un cosquilleo en el corazón es porque os están besando con el mirar, y están lanzando un lazo inquebrantable de calor humano que ninguna distancia social podrá romper jamás. 

Besemos con la mirada y venzamos lo imposible. 

ELA ELA