«El plumero del concejal»
Atrás quedaron las anécdotas flamencas que siempre salían de los largos festivales, algunas, con cita al juzgado para poder cobrar:...
Atrás quedaron las anécdotas flamencas que siempre salían de los largos festivales, algunas, con cita al juzgado para poder cobrar: “Juez: entonces, Sr. Enrique, ¿usted se alivió para terminar antes?. Enrique: No señoría, no es que me aliviara; es que ese cante se llama así, es una liviana…” -Enrique Morente en La Alcoholera- ¡¡para tirar cohetes!! A partir de ahí, el Patio del Colegio Virgen de la Cabeza, Patio de Los Agustinos, Fabriquilla, Casa de Torre Isabel, Plaza de Armas -aledaña a la Iglesia Mayor-, Fábrica del Pilar…fueron enclaves para las citas de este Arte.
En 2010 se crean los “Patios Flamencos” con una apuesta sencilla, pero poniendo algunas bases de cara a la importancia que el Flamenco venía viviendo, y un guiño a los valores de la tierra. La Casa de la Condesa de Torre Isabel escuchó los primeros metales de este nuevo formato. Tres días, a lo largo del mes de Julio, 16, 23 y 30 donde David Heredia «El Pitorro», José Miguel Heredia «El Primitivo» y la guitarra de Miguel Ángel Martín «Miky», cubrían la primera velada. Para el viernes 23 “Las Condesas” contaron con: “Grupo Duende”, Chema e Inma al cante, Karin y Moisés con las sonantas y como percusionista Ismael. La última cita del flamenco nos ofrecía a un joven Pablo Escudero, bajo los compases de Miguel Ángel Martín «Miky” y jaleos de Tania Garrido.
El 16 de Noviembre de 2010, era incluido el Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Los “Patios Flamencos” de 2011 se nos presentaron bastante actualizados llevando el Flamenco a las calles para poder disfrutar no solo de este arte, también del clima del que podemos hacer gala. Empezaron a realizarse en la recién remodelada “Plaza de Armas” donde se encuentra el antiguo aljibe de la Iglesia Mayor. La apuesta por el flamenco cada vez era más acentuada siempre teniendo en cuenta las promesas de la tierra. Para esta ocasión el ciclo se ampliaba una jornada más: 8, 15, 22 y 29 de Julio. Rompía el hielo Juan Pinilla, acompañado con la guitarra de Luis Mariano. La noche del 15 actuaban: Inma y Chema, al cante, con la guitarra Karim y Moisés; al piano Jacinto; en la percusión Ismael y al baile Inma, María y Tania. La siguiente velada: “El Levita” al cante, acompañado por la guitarra del “Niño Carmelo” y coros de Pablo Escudero y Tania Gallego. Para cerrar el ciclo el día 29: Pablo Escudero, al cante, el “Niño Carmelo”, con la guitarra, Antonio Gómez “El Turry”, con la flauta, y Benjamín Santiago “El Moreno” en la percusión.
Ya en 2012, después de haber cumplido todas sus expectativas la edición anterior, la apuesta por el flamenco y por las promesas de la tierra seguía en auge. “Los Patios Flamencos”, se asentaban en la “Plaza de Armas”. Desde el 13 de Julio hasta el 3 de Agosto este Arte fue el protagonista. Abría la noche del primer día “El Levita”, al cante, acompañado de Miguel Ángel Martín “Miki”, Jaleos de Pablo Maldonado y Tania Gallego. Para el día 20 la cita traía los aires de la albariza: “Zarzuelita de Jerez” acompañado por la guitarra de José Antonio Rico. La jornada del 27 nos ofrecía a Pablo Escudero, con la sonanta del “Niño Carmelo”. “El Turri”, con la flauta, y Benjamín Santiago, en la percusión. El 3 de Agosto cerraba este año: Chema e Inma Rico, al cante. “El Tito”, con la guitarra. Percusión de la mano de Ismael García. Jorge García, con el Saxofón, y Jacinto Rodríguez, tocando el piano.
Los de 2013, hacían una apuesta por talentos y artistas de la tierra al completo. Los sones y aires de raza, voces aguardentosas, metales de terciopelo y humo hicieron sonar “hasta las campanas” en todas sus jornadas. El viernes 5 de Julio, se presentaba el espectáculo “Puro y Jondo”. José Maldonado, al cante, Antonio y Ricardo “de la Juana”, con la sonanta, y la colaboración especial de José Maldonado hijo, al cante. El viernes 12 de Julio llegaba de la mano del espectáculo “Arte y Sentimiento” con Alfredo Tejada, al cante, Conchi Maya, bailaora, Luis Mariano, con la guitarra, y “El Cheyén” tocando la Percusión. Como anécdota: una fuerte lluvia sorprendió la vespertina teniendo que trasladar la actuación al Teatro Calderón. Una acertada decisión de la concejal Elena Vallejo, se dio la mano con una buena predisposición del personal del Teatro, para no tener que suspenderlo. Para la tarde del 19 se nos ponía en escena “Trim Amangue” con Antonio Gómez “El Turri”, flauta y Saxo, Julián Heredia, bajo, y Benjamín Santiago “El Moreno”, percusión y baile. Las colaboraciones especiales de la noche, venían de la mano de Carlos de Jacoba, con la guitarra, Sergio “El Colorao”, al cante, y “Luís de la Juana”, con el bajo. La “Plaza de Armas” se convertía en el juego de musas y duendes.
Ya en 2014, y como ampliación de la oferta cultural, también se programaron los “Encuentros Internacionales de Flamenco” para su realización en nuestra localidad. “Los Patios” fueron en las jornadas de 11, 18 y 25 de julio y 1 de Agosto. La “Plaza de Armas” recibía: Laura Vital y su cuadro flamenco. El bastetano Alberto López con la guitarra. Gero Domínguez, acompañado por David Marín, a la guitarra. Jonathan Reyes y Moi de Morón al cante. Para el 1 de agosto se nos presentaba el espectáculo “Sakuras flamencas” de Emilio Maya, que tuvo que ser ubicado en el Teatro Calderón, y que nos ofrecía un cuadro flamenco y de bailaoras de extremo oriente.
El 2015 nos traía a escena la V edición de los “Patios Flamencos” con cuatro citas: 17, 24 de Julio, 2 y 7 de Agosto. Abría el ciclo Julio Fajardo acompañado por Carlos de Jacoba a la guitarra. Para el viernes 24 la cita era con la motrileña Ana Calí, al baile, Alfredo Mesa, con la guitarra, y Sergio Gómez “El Colorao” al cante. La siguiente velada nos mostraba la guitarra de Luis Millán, Miguel Barroso, al cante, “el chano”, con el cajón, y la flauta de Eloy Heredia. Cerraba el ciclo “La Nitra”, al cante, acompañada de Víctor Fernández, con la guitarra, “el chocolate”, con la percusión, e Irene Rueda, bailaora.
Llega el 2016 y la escaleta de este formato cobijaba tres citas: 8, 15 y 22 de julio. Para esta ocasión, y ante la demanda y actualidad del Flamenco, el “Patio de Armas” ya se quedaba pequeño y poco funcional. Por primera vez los “Patios Flamencos” se celebraban en la “Fábrica del Pilar”. El bello y señero entorno empezaba a escuchar los metales y sonidos declarados patrimonio de la humanidad. Rompía los sonidos de las viejas máquinas de moler caña Antonio e Iván Vallejo y Alicia Morales, al cante, María Villena, Vanesa Vargas y Kiko Anaya, al baile, acompañados por Manuel Cortés con la guitarra. Para la jornada del 15, Julio Fajardo venía en brazos de la guitarra de Carlos de Jacoba, que traía una sonanta preñada de arte junto al soniquete de “los Mellis”. Cerraron el ciclo los hermanos David y Carlos de Jacoba. Nos recordaron cantes rancios, sonidos clásicos y casi nos hicieron disfrutar de los viejos aromas a melaza en un repleto mirador.
La séptima edición, la de 2017, ampliaba sustancialmente la oferta ofreciendo hasta 7 encuentros con este Arte. Los “Patios Flamencos”, continuaron en la “Fábrica del Pilar”, desde el 8 de Julio hasta el 5 de Agosto, en jornadas de viernes, sábado y cumplieron sobradamente sus expectativas. Abría el ciclo en grupo Cheroquee, continuando con Laura Vital, con Eduardo Rebollar a la guitarra. Luis Balaguer. Juan Pinilla y Mely Zafra, al cante, junto a la Orquesta Sinfónica de Atarfe. La flauta flamenca de Sergio de Lope. José Anillo y Rafael Rodríguez, con la guitarra, o el pianista flamenco Dorantes. La plaza de la Fábrica del Pilar agotaba sus localidades todas las noches.
En 2018 y 2019, no se organizaron los “Patios Flamencos” por parte del consistorio. Fueron incluidos en un proyecto empresarial, con una organización totalmente independiente a las concejalías municipales, aunque si con parte de su patrocinio, conjuntamente con el de Diputación y Junta de Andalucía.
El Covid de 2020 imponía respeto sobre la asistencia a todo tipo de actos incluso a los realizados en sitios abiertos. Con la intención de ofrecer una oferta cultural, amén de que la pandemia fuese más llevadera y siempre transmitiendo una total seguridad en las citas programadas, la “Fábrica del Pilar” con aforamiento de 250 localidades, volvía a escuchar Flamenco. Se crea el “M-Ind Festival” por parte de la Concejalía del Patrimonio Industrial Azucarero y Fiestas. Desde al 18 de Julio hasta el 15 de Agosto, la Fábrica del Pilar vivía un festival organizado y gestionado íntegramente por la institución municipal. Se continúan sumando aditivos al importante crecimiento que la Fábrica del Pilar, su entorno museístico y azucarero está viviendo considerablemente en este último año. Los días 25 de Julio, 6, 7 y 13 de Agosto “el Turri”, Conchi Maya, Tatiana Garrido, Antonio Cortés, Javi flores, Miguel Lavi, Juan Villar hijo, Luis Amador, Luis Mariano, Manuel Heredia… se pasearon por las tablas del escenario allí ubicado. La entrada a tres espectáculos flamencos fue totalmente gratuita y el aforo cubierto, con creces.
Hasta aquí un poco de hemeroteca del flamenco, a nivel institucional, en el formato de “Patios Flamencos”, la importancia, cariño que se le ha ido mostrando, jornadas, ubicaciones y artistas locales y consagrados. ¡¡espero que no se me haya pasado algún matiz!!. Vaya por delante, y creo que sobra decirlo, el respeto y admiración a todos y cada uno de los artistas que se han paseado y se pasean por Motril, sea cual sea su “caché”.
Llegado este momento no tengo por menos que detenerme en la última edición, la décima, correspondiente a 2020 y aplazada hasta 2021. Lo tengo claro: al Sr. Concejal “¡¡se le ha visto el plumero!!” No sé si nombrarlo como falta de interés, poca experiencia, mala planificación, “tozudez” o un aparente “sungaló”. -¡¡Bueno, esto último lo dejaré para la segunda entrega del plumero!!- Juzguen ustedes mismos. Yo voy a llamarlo simplemente “falta de cariño”, pero de manera abrumadora. A buen seguro, que si el mandatario le hubiese dedicado el cariño, tiempo y consideración, al igual que a los que aparentan ser “proyectos personalísimos engordados a base de visitas a despachos”, Motril, sus barrios, su cultura…, estarían paladeando una experiencia inigualable. ¡¡Los experimentos hay que hacerlos “con un vaso de agua”, no con el dinero de los contribuyentes!! Está claro que cuando se organiza algo siempre puede haber algún matiz discrepante, pero cuando tantas cosas se dan la mano…
Esta edición tenía que vivir sobre ella “una vuelta más de tuerca” en pro de la ciudad, de la cultura, de los aficionados al flamenco, incluso, de la propia imagen y calidad del formato. Y es que la “tozudez”-que el mismo concejal alardea en sus perfiles- casi siempre “nos juega una mala pasada”. Cambio de fecha. De ubicación. La composición del cartel no contaba con ningún artista de la tierra. Doble presentación del cartel. La bonita pintura de Mar Aragón. Modificación, hasta en cuatro veces, del cartel original pudiendo ocasionar todo tipo de confusiones ya que, las desechadas, no se iban eliminando de las redes oficiales. En el último cartel, una alteración –por causas personales de una de las artistas actuantes- de la que no se apreció modificación alguna en el que debe de exponerse, obligadamente, en los sitios oficiales. Por si fuera poco, se han visto bastantes carteles pegados en paredes, mobiliario… La concejalía es la primera que debe dar ejemplo en lo que le exige la institución al resto de ciudadanos. Hay una normativa municipal que dicta la prohibición de pegar publicidad, cartelería, notas informativas… en la ciudad. Viendo el “poema” que se ha visto por paredes, cajas de luz, puertas…, a buen seguro, que ni han informado detalladamente al “pegador de carteles” dónde se puede colocar propaganda y dónde no.
Los “Patios Flamencos”, como modelo o formato en pro de la difusión y exaltación de este Patrimonio, se crean para ser realizado, en primavera/verano, pero sobre todo para darle protagonismo a los espacios abiertos con los que Motril cuenta y en los que, además de este bello arte, se puede disfrutar de nuestro clima, de los lubricanes que nos brinda nuestra ciudad y, por qué no, de una cerveza o vino al aire libre en los comercios aledaños. Además, como plataforma donde las promesas locales –de las cuales ya se tendría que haber hecho un glosario de promesas en las distintas disciplinas- pudieran ir actuando de la mano de artistas ya consagrados.
Este año, apaleado por el covid, ofrecía varios matices: los motrileños muy reticentes a ir a espacios cerrados, las autoridades recomendándonos la realización de los espectáculos en sitios abiertos y la poca o nula cultura que se organiza en los barrios, era el propicio. Darle “una vuelta más de tuerca” y mejorar este formato en todos sus aspectos, hubiera marcado un antes y un después, incluso en fechas algo más adelantadas. Hay numerosos emplazamientos en nuestros barrios a los que se debían haber trasladado “Los Patios Flamencos” durante varias jornadas. La Calle Ancha -que está crema como dice mi amigo Antonio Escámez-, los Álamos, La Plaza de la Aurora, el Parque de los Pueblos de América –que también está crema-, la Plaza de la Coronación, el barrio de Las Angustias, la Huerta “del tío Carrasco” –como ya se hiciera en 2011-,etc. Plazas, calles donde los motrileños que viven en esa zona y los que se acercan al espectáculo, hubieran disfrutado de las trasnoches de verano, de la cultura y, de paso, de la consideración que la concejalía debe tener para con los barrios. La afluencia de público está garantizada para copar todas las localidades con ese tramo, franja de edad que viven en los distintos barrios y que no se desplazan hacia el centro o la playa para ver espectáculos. Tampoco se entorpece la asistencia a otros eventos que coincidan en fecha de realización. Esos barrios, podían haber vivido el Flamenco, disfrutado de una oferta cultural variada y, a la par, valorar una concejalía consecuente.
En Granada, por ejemplo, se ha estado celebrando el Festival Flamenco Milnoff, celebrado del 13 al 17 de septiembre. Este evento inspirado en el Concurso de Cante Jondo de 1922 que promovió e impulsó García Lorca, se ha estado celebrando por las calles y plazas de Granada con toda la programación gratuita. Su director, Pepe Luis Carmona Habichuela, ha contado con el quinteto de solistas de la Orquesta Ciudad de Granada, el Coro de Cámara Granada y Jorge Morata. Las distintas jornadas han estado dedicadas a las figuras de Enrique Morente, Mario Maya, Juan Habichuela y Camarón de la Isla. ¡¡un exitazo!! En Cádiz, bajo el nombre de “Flamenco en los Patios y Plazuelas”, lo hacen durante el mes de noviembre.
Dicho lo anterior, entiendo que trasladar este formato/modelo de espectáculo a un sitio cerrado como es el Calderón ha sido un paso, mejor dicho, tres pasos atrás, bien atrás. Realizarlo todo en un solo fin de semana, más de lo mismo; no contar con artistas de la tierra, peor aún. Para el anunciado “XXV Aniversario de la reapertura del Teatro Calderón”, que se ha quedado en nada, procedía otra cosa totalmente distinta a este modelo. Un ciclo de teatro, una buena orquesta sinfónica o una filarmónica con una variada carpeta de partituras de Bandas Sonoras…, obras del clásico más afamadas…, por ejemplo, hubiera sido la mejor oferta para la ocasión y para el enclave. Es fácil: Creatividad y trabajo.
“Los Patios Flamencos” celebrados el fin de semana del 9 al 11 de Octubre – sábado, domingo y lunes- fueron presentados, entiendo, apalabrados y contratados en 2020. Si bien, hay que decir que ha sufrido algunas modificaciones. En el presentado, venía el Cuadro Flamenco de María Mezcle –sanluqueña que al final no ha venido-. El cuadro de David Palomar y el espectáculo “Herencia”, del sevillano Rafael Riqueni, en el que se incluyen dos guitarristas más y una bailaora. Al final solo actuó Rafael, ni guitarristas, ni bailaora. Pienso que el caché habrá cambiado considerablemente. Por otro lado, artistas de la tierra casi, por no decir que en prácticamente todas las ediciones han actuado, nada de nada. Un cartel de “¡¡verdadero relumbrón!!”
Con solo echar un vistazo al calendario antes de fijar fechas, se hubiera comprobado que el fin de semana escogido no era el más apropiado. Para nada. Hay celebraciones que tienen claramente marcada su puesta en escena: Festividad en Molvízar, también Fiestas del Rosario en Salobreña con actuaciones, conciertos y “fiesta rociera” incluida. Celebraciones en la barriada de las Angustias con distintos actos organizados y, para los más entregados, Almuñécar celebrando el ciclo de Jazz en otoño.
El cartel, más de lo mismo: otro “poema”. “Los Patios Flamencos”, gozan de la suficiente solera e importancia para tener su propio cartel independientemente de donde se celebren. Si además tenemos la obligada consideración con la bonita pintura de la motrileña Mar Aragón, de la que expuso: “un tatuaje, para toda la vida, en la piel de la cultura”, se crea un montaje redondo. Esta pintura tenía que haber presidido/encabezado el póster sin aditivos, adelantándose en sitio preeminente. El cartel que se ha realizado no es de los “Patios Flamencos”, es del Teatro Calderón donde se han anunciado los “Patios Flamencos”, que no es lo mismo, dejando como logo o complemento la exquisita pintura.
Esta edición cobijaba a Sandra Carrasco y José Luis Montón para la primera jornada. El domingo 10: David Palomar, al cante. Rafael Rodríguez, con la guitarra. Anabel Rivera y Roberto Jaén al compás. Para el lunes 11: Rafael Riqueni, presentando su espectáculo “Herencia”. Sandra Carrasco, tras comunicar el día 6 un problema familiar, no puede asistir y la sustituye, para la noche del sábado 9 de octubre, La Fabi y Curro Carrasco, con la guitarra, José de Mode y Zambullo, haciendo compás. Llega el primer día de flamenco en el Calderón tres días después de realizarse la sustitución. Ni en la cartelera de la taquilla, ni en la página web, es publicada la modificación.
“Los Patios Flamencos” en el Calderón han venido de la mano de un cúmulo de matices, digamos, “con cariño distraído”. Además, los comentarios en las redes, las fotos “familiares” y mentideros tabernarios, aparentan que, para poder dar una buena imagen de un Calderón con algo de público, que los artistas se vieran arropados y la ciudad no hiciera el “ridículo”, las invitaciones han brillado con luz propia y las entradas, por taquilla, han brillado por su ausencia. Al Sr. Concejal, con un cariño totalmente distraído hacia los “Patios Flamencos”, a la cultura y a los barrios, ¡¡se le ha visto el plumero!!