La población cansada
Puede que estos días haya una única cosa en la que estemos todos de acuerdo, y es que vivimos una...
Puede que estos días haya una única cosa en la que estemos todos de acuerdo, y es que vivimos una situación sin precedentes, llena de incertidumbre y de experiencias nuevas. Un mundo que se creía preparado para todo se derrumba y reinventa en cuestión de semanas afrontando un estilo de vida y unas condiciones en las que nunca pensó.
A lo largo de estas semanas hemos visto muchas caras de todo tipo, alegres, tristes, combativas. Hemos perdido a mucha gente de la cual nisiquiera nos hemos podido despedir como nos hubiese gustado (o más bien como habríamos necesitado). Hemos visto a gente luchar desde el más pequeño puesto de trabajo, desde sus casas, hasta los centro sanitarios, por hacerle la vida más fácil a los demás y por hacer que este momento se extienda lo menos posible.
Trabajadores incansables, “héroes” como muchos los llaman y muchísimas almas caritativas que están dando lo mejor de sí. Todo ello empañado, una vez más, por la cara más fea de nuestra sociedad.
Nos han inundado las redes sociales, y por lo tanto, la vida, de odio, acusaciones, injusticias, mentiras y porqué no decirlo, de dolor.
Despertamos cada día con todas las plataformas llenas de comentarios, vídeos y fotos que nada tienen que ver con esos “héroes”. Solo se dedican a difundir toxicidad y generar malestar y enfado entre unos y otros.
Hablo de todos, tanto de grandes organizaciones, como de ese amigo en Whatsapp que te envía otro vídeo más lleno de especulaciones sin contrastar, de gritos y falsas acusaciones.
Nos encontramos en una sociedad que ha decidido someterse a la ley del mínimo esfuerzo en algo tan importante y tan delicado como lo es la información. Vemos una foto o un vídeo que explica las cosas de manera tan fácil, que simplemente por eso, nuestro cerebro lo convierte en algo veraz. Es tan sencillo echar culpa sin saber y tan fácil viralizar cualquier opinión por descabellada que sea, que hemos llevado el sensacionalismo a niveles nunca imaginados.
Y todo esto, nos ha creado a nosotros, la población cansada. Los que estamos aburridos de tanta sobreinformación que más que informar, desinforma. Los que vemos a nuestro alrededor como es tan sumamente fácil manipular conceptos que sería mucho más sencillo entender.
Habéis conseguido, que la generación que creció en la redes sociales, que las vio surgir, crecer y hacerse lo que son hoy, no puedan sentir más que pudor a lo que encuentran cuando entran en ellas.
Tenemos que parar esto. Necesitamos concienciación, darnos cuenta de que las cosas no pueden ser tan fáciles ni tan destructivas. Hay que pensar dos veces antes de plasmar ante todo el mundo ideas y pensamientos que pueden generar repercusión y provocar mucho daño.
Aún estamos a tiempo de aprender, de generar contenido que no incite al odio, que se olvide de todo lo que nos separa. Estamos a tiempo de pensar en los demás, en todos los que lo han hecho bien, en los que no dejan de luchar día a día y en aquellos a los que esta situación les esté costando más que los demás.
Infórmate, vivimos en un mundo donde tienes toda la información en la palma de tu mano, no des pie a mentiras, bulos, no hagas sufrir, esta situación ya es bastante dura por si sola, como para tener que aguantar todo esto.
No solo puedes aplaudir a las 20:00 en el balcón, puedes aplaudir a cualquier hora del día, con tu familia, tus allegados, y tu teléfono móvil.
Juntos podemos con esto.