¡Larga vida al Rey!
Estamos de enhorabuena por el regalo que nos ha traído el año nuevo, y me refiero al hecho de que...
Estamos de enhorabuena por el regalo que nos ha traído el año nuevo, y me refiero al hecho de que puedan estar leyendo esta reflexión de opinión. No lo digo por mí, ni mucho menos, en esto me considero un privilegiado porque se haya contado conmigo y se me haya propuesto ser un habitual de este espacio al que en efecto, me refiero. AAhora Costa.
En cualquier sociedad moderna similar a la nuestra (libre y democrática) es siempre un motivo de celebración que un medio de comunicación vea la luz, pero en este caso en particular, y me refiero con esto ya a nuestro entorno más cercano, a Motril y a la Costa Tropical, no sólo es digno de celebración por su nacimiento, sino también, y más, por su necesidad. Sí, por su necesidad.
En esta mal llamada época de la información, en la que la desinformación elaborada y teledirigida a las masas campa a sus anchas, resulta un oasis informativo el regalo que su promotora y alma mater, María Romero, nos ha regalado como proyecto personal y empresarial.
Llegará el día en que estemos más que agradecidos por el surgimiento de Ahora Costa, de la misma manera que le auguro en brevedad, ser el medio de comunicación de referencia de la comarca. Habrá quien esté leyendo esto y piense que tengo dotes adivinatorias, o un exceso de celo en la confianza que personalmente tengo en María Romero y su proyecto, pero no, o sí. O más bien, a medias.
No rotundo en cuanto a mis dotes adivinatorias, pero un sí como un castillo a mi total y absoluta confianza en el compromiso, la integridad, la ilusión, el esfuerzo y la capacidad de trabajo de María. Desde que se gestó el proyecto me ilusioné con ella y junto a ella, y lo he visto crecer en ese ir y venir constante de su corazón a su cabeza y viceversa, al mismo tiempo que me invitó desde un principio a asomarme a esta ventana.
No lo quise hacer desde el primer momento que viera la luz, por si alguna de las personas que me acompañan en este viaje que nos ha ofrecido reflexionaba sobre la misma cuestión que aquí hago, y por ello he esperado pacientemente un tiempo prudente, porque sabía qué era lo que quería decir en esta primera reflexión.
Por otro lado, también puede haber quien me considere demasiado confiado en lo que a la vida y la proyección de este medio se refiere, pero, como decía, ni son dotes adivinatorias, ni es exceso de confianza. Es simplemente conocimiento del proyecto, de su impulsora y creadora, y de sentido común.
No sé que será o llegará a ser Ahora Costa, pero sí sé lo que no será. Y no será un panfleto publicitario, como sé que ella no será una comercial huraña que se dedique a contratar publicidad a golpe de teléfono sin moverse de un despacho y sin cubrir una rueda de prensa, acomodada y con los dedos pegados a las teclas Control+C y Control+P para justificar esos ingresos con algún texto elaborado por el gabinete de prensa de turno del pagador de la propia publicidad. No.
Como tampoco empleará tarifas que afecten proporcionalmente a un supuesto sentido positivo o negativo de cualquier noticia. No. Será lo más parecido que podamos imaginar de la manera más inocente posible a lo que tiene que ser un MEDIO DE COMUNICACIÓN, así, con mayúsculas. Íntegro, imparcial, independiente, moderno, actual y a la vez cercano y humano. Ni más ni menos que a su imagen y semejanza.
En definitiva, dentro de los medios de comunicación, será el Rey. Así que, ¡larga vida al Rey!