Succŭbus lanza un nuevo disco, así es el rock de la tierra

Mohy, Andrés, Julio y Rosqui son los integrantes de la banda de rock motrileña Succŭbus. Después de nueve años de carrera y tres trabajos editados -el último, Lejos de la razón, apareció en 2014-, el grupo vuelve a escena tras un parón «necesario», tal y como expresan desde la banda.

Han grabado en su pequeño estudio próximo a La Garnatilla, que también es un lugar de ensayo, y que ha dado a luz muchos proyectos musicales de la zona gracias a que el bajista de Succŭbus es productor. De ese lugar nace uno de los albúmenes más ambiciosos hasta el momento conformado por seis temas que llegan al mundo en tiempos de coronavirus y que componen el último trabajo de este grupo local, Succŭbus 2020. Esta autoproducción viene a interpretar la propia vida bajo una amalgama de rock y metal, que explora todos los ámbitos y lugares que ofrece esta mezcla musical.

«No hay libertad, me tendrás esclavizado en cuerpo si no estás», expresan en Musas y demonios, una de las canciones de su nuevo EP. El dolor, la pérdida, la inseguridad, el miedo o el amor son algunos de los temas más recurrentes de estos rockeros con alma que utilizan la música como un vehículo para expresar emociones.

«La música no lo es todo, pero sin ella algunos no podríamos vivir», cuenta Julio, que durante esta cuarentena ha tenido que aparcar los ensayos con el grupo y dedicarse a tocar desde casa. Es el batería de la banda y fue el último en incorporarse a la formación.

El grupo, que lanzaba el disco en plena cuarentena, no contempla aún ningún concierto, pero sí muchos planes de futuro. Se necesita más de una pandemia para acabar con la pasión y la ilusión de estos músicos a los que el rock and roll les corre por las venas.